Una intrincada malla de pistas enrevesadas surca las montañas de Prades. Siguiendo una de ellas se llega a la Mola dels Quatre Termes.
Muela de Estado o de los Cuatro Términos
Se llama de los cuatro términos porque se abre a cuatro comarcas.
El sol se pone más allá de las montañas
Y mirando en esta otra dirección, muy temprano, los días claros, se levanta el sol por encima del mar:
La piedra te pide silencio.
Hay tanto ruido de palabras
gesticulantes y arrogantes
que pugnan por representar
sin majestad
las equivocaciones del mundo...
José Watanabe
Solo un cuenco de tierra en la hendidura
le basta al pino para abrazarse a la roca
y desafiar al poderoso viento
Tú mira la piedra y aprende: ella,
con humildad y discreción,
en la luz flotante de la tarde,
representa una montaña.
José Watanabe
Este lugar también recibe el nombre Mola de les Tres Creus:
El agua ha encontrado un hueco en la piedra
Descansa el reptil en la roca recalentada por el sol:
La piedra es la criatura
perfecta,
igual a sí misma,
vigilante de sus fronteras,
con un aroma que a nada recuerda,
a nadie espanta, no despierta codicia.
Zbigniew Herbert
Las piedras, ¡ah!, las piedras tienen un secreto
dolor que se muestra como en carnes vivas
cuando en su egoísmo doliente y discreto
parece que no hacen de la vida caso
y ante el tiempo se alzan sordamente esquivas,
como si quisieran impedirle el paso.
Alfonso Cortés
Sol de atardecer
en las hojas perennes
de un pino adolescente
El liquen que borda la piedra es un "organismo resultante de la simbiosis de hongos con algas unicelulares, que crece en sitios húmedos, extendiéndose sobre las rocas o las cortezas de los árboles en forma de hojuelas o costras grises, pardas, amarillas o rojizas" (DRAE)
La distancia es silencio, la visión es sonido;
el alma se nos vuelve como un místico oído
en que tienen las formas propia sonoridad;
luz antigua en sollozos estremece el abismo,
y el silencio nocturno se levanta en sí mismo.
Los violines del éter pulsan su claridad
Alfonso Cortés
Las piedras, ¡ah!, las piedras...
Resignadamente mudas ante el viento
y el agua, no incuban otro pensamiento
que el de ser rebeldes a su propia suerte
y sufrir altivas su destino ciego,
más allá del agua, del viento y del fuego,
sin ansias, sin fuerzas, sin vida, sin muerte.
Alfonso Cortés
Árbol torturado
en profundo silencio
sus raíces penetraron
en el interior de la piedra
desmenuzándola
abrazándose a ella
para no caer
en el abismo
Las piedras, ¡ah!, las piedras...
Se las ve indagando cosas del Misterio,
y abren, ante el viento que audaz las golpea,
sus desesperadas bocas sin idioma,
o erigen su absurda testa sin idea
Alfonso Cortés
Fotos realizadas por José Burcet en marzo de 2009 en la Mola dels Quatre Termes
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