Monday, 18 March 2019

El gorrión y la antena

Deja que suene la música mientras lees (clica el enlace): On Reflection - Max Richter



Hace tiempo, muchos años, mi hijo realizó esta foto desde su buhardilla. Los protagonistas podrían ser el gorrión y la antena. ¿Qué hacen en el tejado del caserón? Imaginad alguna escena y contádmela mediante comentarios. Vuestras aportaciones entrarán a formar parte de esta entrada de blog.

Eva
El gorrión mira a la antena y se pregunta: ¿Cómo ha llegado hasta aquí si no tiene alas? ¿Pasa frío, careciendo de plumas? ¿Se siente triste, tan inmóvil, sin patas, sin voz para cantar? Y decide dedicarle uno de sus mejores trinos, le canta hasta el atardecer y se propone volver a visitarla cada tarde, para hacerla un poquito más feliz. 

Lluís
No es una antena, Ángela. Es un pájaro que en principio me atemorizaba, pensé en una de esas rapaces que vuelan muy muy alto, pero que bajan hasta ti en picado a velocidad supersónica. Pero no, después de observarlo largo rato comprendí que no era peligroso. Aun así, no entiendo su idioma. Le di un grano para comer, aleteé para que hiciera lo mismo, canté lo mejor que supe... él, sin embargo, sigue allí con su pico a medio abrir, con sus alas a medio extender, inmóvil y mudo. Cual pájaro extranjero, le vengo a visitar de vez en vez. Te seguiré informando, querida amiga. Firmado: el gorrioncillo.

Marga
Un gorrión se extrañaba de la nueva figura que apareció en el tejado y para sí se decía: ¿será un pájaro o quizá un árbol, esa figura escuálida de dedos flacos y largos? Sin hojas que den cobijo, sin aroma ni color, sin la más mínima emoción...

Teresa
La antena me da proximidad a mis hermanos, el gorrión, a mí misma.

Xana
     El gorrión siempre espera,
     tan solo espera,
     cantando.
     La antena sueña,
     sueña que transmite noticias
     veraces,
     sin engaño.

Maria Irene
   Pardalet del segle XXI
Què hi fa l'antena? Lleig, hi fa lleig. Però si no la poses ben alta no podràs veure la tele.
Què hi fa el pardalet? Al·lucinar mandonguilles davant d'un ocellot tan prim i escanyolit i metàl·lic que no vola amb ales sinó amb ones. Ones que poden fer la volta al món en un tres i no res.

Mari Paz
     Cuando entono mi canto 
     puede que vuelva a verla,
     hay comida de ciruelas 
     ¡Cómo me gusta
     ella...!

LOLA
Una mañana, como cada día, el gorrión voló hasta su tejado favorito y se encontró con algo que no conocía. Era una antena que, la tarde anterior, habían colocado allí. Extrañado le preguntó que qué hacía en el tejado, a lo que la antena respondió que enviaba señales para que la gente de la casa pudiera ver las imágenes del mundo exterior.
El gorrión, después de cavilar con su menuda cabecita, dijo: "Pues yo, para ver el mundo exterior, vuelo y recorro grandes distancias, y tú, sin moverte del sitio, haces lo mismo... Pero no te envidio, porque yo...¡soy libre!"

Raul L.O.D.
Aquesta cançó és per a l'ocell: "Born Free"
L'antena em sobra

Magui
El gorrión es completamente libre, y está ahí porque le apetece ... y ni siembra ni siega, y el padre celestial lo alimenta... y es listísimo, además.
Y la antena... ahí nos la pusieron y nosotros somos esclavos de ella, que ni siente ni padece, aunque nos es necesaria...

Mari
Para disfrutar de lo más hermoso de la naturaleza y ver mejor la vida, hay que elevarse a las alturas.

Mandarina
     El gorrión en el tejado se posó
     quería ver la belleza del exterior
     desde lo más alto del caserón.
     Pero, ¡oh!, qué decepción.... 
     allí encontró una antena de televisión.

Ángela
     Mirándola, inanimada,
     el pajarillo solícito
     a la antena preguntaba:
    —¿Qué puedo hacer por ti?
     Pálida y enjuta te veo.
     Cual ave anoréxica
     te has quedado en los huesos,
     de milagro te sostienes.
     Se te ha caído el plumaje,
     necesitas plumas para volar.
     ¿Por qué no te alimentas?
     ¿Te traigo granitos de trigo buenos
     para que cobres fuerzas
     y remontes el vuelo?
        Pero ella nada contestaba.

Sol de Ibiza
El gorrión le decía: Te quiero solo a ti...
La antena respondía: Tonto, que te he visto rondando por las otras antenas...

David
El observador sube al tejado a arreglar una teja que se ha desprendido después de estos días de mal tiempo. Y ve a un gorrión que se posa en el tejado. El observador ve al gorrión y le hace una foto. Y en ese momento el gorrión percibe que le están mirando y se va volando. Pero mi historia tiene 2 fallos. Uno es ¿por qué el observador sube con una cámara de fotos para arreglar el tejado, salvo que saque la foto con su móvil del que no se desprende ni para subir al tejado de su casa? Y el otro es ¿qué pinta en esta historia la antena de televisión? Tal vez salió fotografiada por casualidad, ya que como no se puede mover no tenía más opciones que salir en la foto o salir en la foto. Pero la verdadera historia es la del constructor de tejados..., y esa es una historia que ya te contaré otro día.

Rocío Gabriela Uribe
     El gorrión felizmente volaba y volaba
     y, de tanto hacerlo, a veces descansaba,
     se posaba quieto, miraba curioso,
     espiaba a la gente, a veces cantaba.
     Cierto día el pájaro vió asombrado
     algo muy extraño, que no hacía ruido.
     Se preguntó admirado: ¿Qué es esto?
     ¿Será un nido? ¿Será un enemigo?...

Libertad
  Gorrioncito se levantó del nido y se asomó al charco.
  Allí se dio cuenta de que su garganta ya era negra y que, detrás del ojo, tenía una zona color canela que daba la vuelta a la nuca. El pecho ya se había teñido de gris claro y el dorso se tornaba pardo con rayas oscuras.
Se acercó a media bolita blanca, que era como él llamaba a una antena parabólica que estaba situada al lado de su nido, y allí pudo medirse en el palo que sujetaba la antena. Ya contaba con los 14 centímetros estipulados.
  —Ya soy un adulto se dijo. Volvió a mirarse en su charquito, ladeaba la cabeza adoptando gestos que había visto a otros gorriones mayores que él.
  Comenzó a entrenar su trino. Pronto llegaría la época de apareamiento y un buen trino indicaría su buena disposición a encontrar gorriona. No dejaba de mirarse en el charquito y de medir el parche negro de su cuello; lo tenía grande, podía llegar a ser un distinguido gorrión dentro del grupo.
  Gorrioncito no era muy extrovertido, apenas se relacionaba con gorriones de su edad; él buscaba migas de pan o insectos en soledad. Saltaba a los alféizares de las ventanas y miraba a los humanos con curiosidad e interés, prefería la observación a los compadreos de gorriones.
  Aquella tarde, fue al bar de su amigo el Pirata. Pirata era un gorrión un poco mayor que él. Le llamaban Pirata porque había perdido una patita en una trampa para pájaros. Lejos de infundir lástima, Pirata se mostraba orgulloso de su muñón y contaba que él había sido un superviviente de los humanos y podía dar fe de lo malvada que era aquella especie.
  Allí Gorrioncito se tomaba todas las tarde un café y chateaba con gorrionas que vivían en otras ciudades, incluso en otros países, con un trinar diferente pero igual de guapas. Aquel día se había decidido a quedar con Grisecita, una gorriona del otro lado de la ciudad con la que llevaba mucho tiempo manteniendo correspondencia, incluso se habían visto por fotos y a través de la Web Cam.
  “Quedamos en el quinto tejado de la avenida Mediterráneo. Aquel que tiene la antena con plásticos amarillos-anaranjados”
  Gorrioncito voló a su nido. Se acicaló, se perfumó y se miró en el charquito. Hoy trinaré tan fuerte y tan dulce que Grisecita caerá a mis patitas totalmente enamorada.
  Se sonreía pensando en ella, mientras aterrizaba en el quinto tejado de la Avenida del Mediterráneo y se acercaba a aquella antena de plásticos amarillos-anaranjados.
*    *    *
¡Cuánto he disfrutado leyendo vuestros comentarios! Muchas gracias por querer jugar conmigo. Sentiros libres de añadir más poemas y relatos en los comentarios.


1 comment:

  1. The net of a spider,
    is a trap to the spider itself.
    The spider will die,
    in the same way its victims died.
    Nikolas Telson

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